Nueva versión del “humanismo-uribista”
Por Juan Carlos Arboleda
La obligación legal del pago único obligatorio de salud, pensión y A.R.P., que por decreto nos quieren imponer a los "trabajadores-independientes", a través de la “planilla única de seguridad social PILA”, es abiertamente inconstitucional: en efecto, viola el derecho a la igualdad al permitir que un sector de la población laboral se contrate por debajo del mínimo legal requerido en el régimen laboral, financiando su seguridad social contra la totalidad de sus ingresos, de nuestros propios bolsillos, y exonerando al estado y a los patrones a contribuir a dicha prestación, que por Constitución y por Ley están obligados a pagar.
Lo anterior, más el 11% de retefuente que a dichos contratos de "honorarios" se les aplica, significa la bicocada del 40% de los costos totales del contrato; todo, repito, contra nuestros propios bolsillos. Dicho régimen instituye condiciones contractuales por debajo del mínimo legal que establece la normatividad para proteger el derecho al trabajo y en especial, facilita y promueve los abusos de la posición dominante del capital sobre la fuerza laboral.
Así mismo, viola los principios de “autonomía de la voluntad de las-partes” dentro del derecho privado, oculta procesos de deslaborización de las relaciones laborales y viola el derecho al trabajo, ya que, amarra dicho requisito pues para poder conseguir trabajo, socializa pérdidas causadas en las multifinancieras de la seguridad social a cargo de nuestros exiguos recursos, e impone un nuevo tributo, disfrazado, que acaba de degradar con un gravamen fijo, ingresos aleatorios.
¡Más violatorio de los derechos fundamentales, más inconstitucional, más anti-social y más inhumano no podría ser!
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